El horno, tu nuevo amigo en la cocina
La clave de un cuerpo sano está en la cocina. Adelgaza y ahorra cocinando al horno con los siguientes consejos y pequeños cambios. Cómo elaboramos nuestros platos es crucial para conseguir una buena salud. Porque no es sólo pizza lo que puedes meter en el horno.
Existe aún la falsa creencia de que cocinar con el horno requiere mucho tiempo y atención. Sin embargo, es muy cómodo ya que puedes regular la temperatura, dirección del calor y tiempo de cocción. De manera que lo único que tienes que hacer es meter los alimentos en él y programarlo. ¿Puede haber algo más cómodo?
Además, puedes ahorrar dinero si aprovechas y cocinas diferentes platos a la vez. Ya que hay lugar para varias bandejas puedes hacer diferentes comidas a la vez.
A parte, si haces fritos ahorras en aceite o si usas el horno en lugar de cocinar al vapor también puedes ahorrar en agua.
Todo aquello que sea frito o a la plancha puedes cambiarlo por hacerlo en el horno.
-Las patatas fritas, por ejemplo, haciéndolas al horno apenas absorben aceite -que se sacaba convirtiendo en grasa-. Para conseguir ese efecto crujiente puedes rociarles un poco de aceite en spray por encima y dejarlas un poquito más de tiempo para darle es efecto crunchy.
-La carne y pescados, puedes hacerlos también al horno en lugar de a la plancha, además se cocinarán con su propia grasa. Conservarán mejor sus propiedades y se potenciará su sabor al no ser sustituido por aceite.
-Las verduras a la plancha, de la misma manera, las puedes hacer al horno. Las hortalizas y verduras tienden a absorber gran cantidad de aceite a la hora de hacerlas a la plancha, por lo que hacerlas al horno es lo más inteligente. Quedarán mucho más sabrosas al horno y sin una gota de aceite.
Preparadx para darle más uso al horno y dejar los cacharros de lado?
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