Se acaban de cumplir 50 años de la misión Apolo 11, y conspiraciones aparte, todavía quedan muchos secretos de aquel acontecimiento histórico. Esta es la historia de cómo la empresa de fajas y sujetadores Playtex hizo los trajes espaciales con los que el hombre llegó a la Luna.

Las costureras de Playtex elaboran los trajes de la misión Apolo 11. Foto: MIT Press
La llegada del hombre a la Luna el 20 de julio de 1969 es sin duda uno de los acontecimientos históricos más importantes del siglo XX. Todos los periódicos y revistas sacaron ediciones especiales para conmemorar la hazaña. En la foto de la portada de la revista Life, una de las imágenes más icónicas de la misión Apolo 11:
Buzz Aldrin, mirando de frente a la cámara. En su visor podemos ver a Neil Armstrong sacando la fotografía. Lo que poca gente sabe de esa imagen es que Aldrin iba vestido de Playtex, una de las marcas más famosas de… sujetadores y fajas.

Buzz Aldrin, fotografiado por Neil Armstrong.
¿Cómo logró una firma de corsetería ser la encargada de elaborar los trajes de una de las misiones espaciales más importantes de la historia? ¿Qué podían tener que ver las fajas con los trajes de astronauta? Aunque no lo parezca, mucho.
Los trajes espaciales fueron desde el principio uno de los mayores retos de la misión Apolo 11. Debían hacer posible a los astronautas la supervivencia en un lugar sin atmósfera. Para ello, tenían que poderse presurizar o despresurizar. Además, debían resistir temperaturas extremas, posibles impactos de meteoritos, ser ligeros y facilitar el movimiento.
La NASA confiaba en que la industria militar daría con una solución. Pero había que sacar a concurso el proyecto. Y lo acabaría ganando una empresa especializada en ropa interior femenina. Así es cómo Playtex hizo los trajes espaciales.
Todo se debió gracias al gran conocimiento que Playtex tenía de un material nuevo. Era elástico e increíblemente resistente, moldeaba la silueta femenina y facilitaba los movimientos. Tan revolucionario fue el descubrimiento del látex, que la propia palabra pasó a formar parte del nombre de la compañía (Playtex viene de la unión de «play», «jugar» y «látex»).
Un traje espacial cosido por costureras de fajas
Los trajes constaban de 21 capas de neopreno, metal y fibra sintética. El problema era que solo había 6 semanas para elaborar a medida los trajes de los tres astronautas.

El proceso de elaboración de los trajes espaciales.
Fue un reto que consiguieron superar las costureras más experimentadas de Playtex, cosiendo con sus máquinas Singer durante casi 80 horas semanales. Hicieron los trajes como cuando cosían sujetadores o fajas. Pero con algunos cambios.
A lo largo de todo el proceso, estaba prohibido usar alfileres para no agujerear el látex. Y cuando las piezas estaban terminadas, se pasaban por máquinas de rayos X. ¿El objetivo? Asegurarse de que ninguna aguja había quedado olvidada entre los materiales, que en el espacio tendría consecuencias fatales.

Una de las costureras de Playtex cosiendo los trajes espaciales.
Hoy sabemos que ninguna aguja se quedó olvidada. Y que parte del éxito de la misión Apolo 11 se debió a una empresa de corsetería.
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